La participación ciudadana y el fortalecimiento de la organización comunitaria han contribuido al crecimiento del quehacer cultural a partir de instituciones y organizaciones, de movimientos independientes, de centros culturales comunitarios, de asociaciones barriales, de grupos formales e informales, de colectivos alternativos y emergentes, de la academia, en las esferas pública, privada y comunitaria a nivel local y nacional, llevando a que la labor del gestor cultural sea demandada socialmente.
En este contexto, se vuelve necesario reflexionar y compartir las distintas experiencias de la gestión cultural pensada como herramienta de integración social y propiciar un diálogo hacia la construcción de prácticas culturales colectivas. El II Congreso Ecuatoriano de Gestión Cultural recoge las políticas y objetivos planteados en el Plan Nacional del Buen Vivir, en cuyos lineamientos se concibe a la cultura como eje de desarrollo hacia el libre despliegue de la expresividad y el ejercicio de la reflexión crítica.
Además se sustenta en la carta de intención elaborada en el encuentro Cultura de red: dinámicas, innovación y acción para la cooperación regional realizado en Quito en el 2011 y de los acuerdos establecidos en el I Encuentro Internacional Diversos y Alternos: La Gestión Cultural en América Latina realizado en Quito en el 2007 en cuya Declaración la gestión cultural y su“conceptualización actual contiene milenarios conocimientos del saber hacer y caudales de experiencias para implementarla. Los retos actuales obligan a aceptar nuevas complejidades para la integración, avances tecnológicos, ejercicio pleno de los derechos culturales y la participación ciudadana sobre la cual, dicha gestión debe estar sustentada.
Los gestores transitamos por un tiempo histórico aceleradamente cambiante, estamos impelidos permanentemente a ensanchar nuestros diálogos y nexos, a realizar sucesivas síntesis de nuestras experiencias, a fortalecer la formación académica y aquella que se hace desde otras instituciones nacionales y locales. También a concordar acciones y a organizarnos en los diversos niveles donde existimos y actuamos”.
Los ejes temáticos de este Congreso hacen eco de las conclusiones recogidas en el I Congreso organizado por la FLACSO en Quito en el 2011, en las que se destaca la necesidad de capacitación y formación para la práctica asertiva de la gestión cultural y el pleno ejercicio de los derechos culturales.
De esta forma, se busca responder a las necesidades actuales en el campo de la profesionalización, formación continua y en el uso de las tecnologías. Estamos ante el reto de contar con gestores culturales con un perfil que atienda las necesidades de un escenario socio cultural diverso, complejo y dinámico, a partir de saberes y haceres compartidos con y desde sus actores y sus propias realidades.